Puedes utilizar la que desees de las que encuentras en el
mercado e incluso reciclar , y hacer tus propios envases como tarrinas de
plástico de alimentación, botellas o vasos de plástico cortados, tarros de
yogur, cestillas de rejilla de la fruta, etc. pero siempre cuidando de asegurar
de hacer el drenaje para evitar el agua estancada para no podrir la tierra y
las raíces , por lo que deben de tener suficientes agujeros para que el agua salga
y no se acumule en las raíces.
Lo habitual es usar macetas de plástico (de colore o transparente)
o de barro cocido (esmaltar o esmaltado), depende de tu gusto, aunque cada recipiente tiene sus
ventajas y desventajas. Los de plástico mantienen bien la humedad, son muy
ligueros, no se rompen al caen, se limpian bien, son fáciles de apilar y ayuda
al bolsillo son económicos. Los transparentes, además, y en el caso de ser
transparentes, permiten ver el estado de las raíces fácilmente.
Las macetas de plástico no son porosas, por lo que el suelo no se seca
tan rápidamente. Estas macetas son las mejores para las orquídeas que no
necesitan que la tierra se seque entre cada riego, no necesitan tierra aireada
y prefieren las raíces y suelo cálidos. Al utilizar macetas de plástico para
las orquídeas, usa una clara, ya que estas macetas mantienen el calor del sol,
lo cual mantiene la tierra cálida. (Sin embargo, tendrás que regar la planta
más a menudo).
Las orquídeas que prefieren la tierra húmeda y son por lo tanto muy
adecuadas para macetas de plástico son llamadas orquídeas terrestres. Este tipo
de orquídea crece en la tierra. La orquídea monja blanca y bambú son
consideradas orquídeas terrestres. La orquídea monja blanca necesita tierra
húmeda, pero no se riega sino hasta que la parte superior de 1 a 2 pulgadas
(2,54 a 5,08 cm) de la tierra está seca. Las orquídeas bambú necesitan tierra
húmeda en todo momento y necesitan agua cuando la tierra está húmeda al tacto.
Las macetas de barro son más
frágiles y costosos, también pesan más, pero esto es una ventaja frente a
algunas orquideas, estas dan estabilidad
sobre todo a orquídeas altas y el barro permite un intercambio de humedad con
el ambiente más fácil.
Las orquídeas que crecen mejor en macetas de arcilla son llamadas
orquídeas epífitas, que pueden crecer sobre los árboles o en el material de
corteza en macetas. Las orquídeas cattleya, oncidium, dendrobium y laella son
epífitas. Estos tipos de orquídeas necesitan más un suelo bien aireado que seco
entre cada riego.
Otras posibles opciones es
utilizar cocos cortados por la mitad (recuerda los huecos para que salga el
agua) o hacer unas cestas con listones de madera resistente a la humedad.
También puedes utilizar
placas de corcho en horizontal con un poco de musgo como en esta Brassavola
nodosa (abajo a la derecha) o Prosthechea abreviata (abajo a la izquierda).
Como ves, las posibilidades
son múltiples, prueba distintas opciones teniendo en cuenta el tamaño de la
planta, si la vas a poner en una mesa o colgar del techo y las
necesidades de agua o luz.
Estas plantas son felices en recipientes pequeños, adaptados a su
tamaño. No debemos utilizar macetas porosas de cerámica o barro cocido ya que
acumulan las sales minerales.
Las raíces de estas plantas son verdes por la clorofila que
contienen. Con la ayuda del sol, son capaces de realizar la fotosíntesis, por
lo que las macetas más convenientes son las transparentes o translucidas, que
dejan pasar la luz solar. Las macetas opacas o los cubre tiestos no son
apropiados para las Phalaenopsis ya que no dejan pasar la luz.
Las Phalaenopsis quedan también muy bien en un cesto colgante.
Utilizaremos una mezcla especial para orquídeas para asentar la planta en el
soporte y la pondremos en un sitio bien iluminado pero no expuesto a la luz
directa del sol.
Es mejor que sea transparente. Se puede encontrar en tiendas de
jardinería dignas de su nombre, o se puede comprar directamente a través de
Internet a un precio más asequible.
Las orquídeas también pueden
ponerse en macetas opacas, pero será más difícil comprobar el nivel de humedad
que contiene. Es una solución económica a corto plazo, pero que puede resultar
desastrosa a largo plazo si no se riega en el momento correcto.
Sin duda, la mejor solución es
utilizar un macetero para poder comprobar en cualquier momento que las raíces
de la orquídea están en buen estado, y si hay que regarla o no. Utilizar al
mismo tiempo la maceta transparente para orquídeas y el macetero es probablemente
una de las claves del éxito.
Se debe cambiar de maceta a las orquídeas periódicamente para que las flores mantengan su calidad y las plantas su salud. Cuando la planta crece más allá de la maceta o su medio de crecimiento se rompe, trasplántala a una maceta más grande con tierra fresca para evitar que la raíz se dañe. La mayoría de las orquídeas no se desarrollan bien en tierra de macetas y necesitan una especial para mantenerse en buenas condiciones. Elegir el medio correcto es una parte importante de tener a la orquídea vibrante y sana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario